Las nuevas tecnologías están creando un nuevo modo de interactuar de las personas entre sí y con su entorno, y su mejor ejemplo en materia de movilidad es el auge creciente de las empresas y servicios públicos de drones o aeronaves no tripuladas.
Y es que se trata de una nueva tecnología con múltiples aplicaciones, tanto en el medio rural (agricultura de precisión, control de la flora y fauna salvaje o estado de los bosques e incendios forestales), como en el medio urbano (vigilancia y control del tráfico, patrimonio y vigilancia del vandalismo urbano, vigilancia urbanística…), así como en trabajos que se pueden ubicar en ambos territorios como los de protección civil o la inspección de las infraestructuras del agua o eléctricas.