III.EVOLUCION DE LA POBLACION COMARCAL: PERIODO  1981-2008.

ETAPA DE LEVE RECUPERACION DEMOGRAFICA.

Version en PDF : III. PERIODO 1981-2008. LEVE RECUPERACION DEMOGRAFICA

Para poder tener una visión actual y completa de la población de la comarca, hemos considerado necesario realizar un análisis de la evolución demográfica a partir de 1900. En esta entrega analizamos la etapa entre 1981-2008, en la próxima trataremos de analizar lo que esta sucediendo en el periodo 2008-2016, y cuáles son las perspectivas de la comarca y el futuro de algunos municipios.

 La etapa comprendida entre 1981-2008 la podemos clasificar como de leve recuperación demográfica. A partir de 1981, se produce un importante crecimiento de la población comarcal. En un corto periodo de tiempo se pasa de 74.927 habitantes en 1981, a los 83.219 en el año 2000, un incremento de 8.292 habitantes en dos décadas, un 11,1%, un hito que difícilmente se podrá volver a  alcanzar. El crecimiento posterior hasta 2008 es constante pero mucho más lento y suave, un 2,2% en apenas una década.( Consultar Gráfico nº 1 y nº 2 ).El crecimiento acumulado en todo el periodo 1981-2008 es de 15,4%.

Gráfico nº1. Evolución de la población en la comarca 1900-2016.Fuente: Instituto de Estadística y Cartográfica de Andalucía. Consejería de Economía, Innovación y Ciencia. Junta de Andalucía. INE (Instituto Nacional de Estadística). Elaboración propia

Gráfico nº2. Evolución de la población en la comarca 1981-2016.Fuente: Instituto de Estadística y Cartográfica de Andalucía. Consejería de Economía, Innovación y Ciencia. Junta de Andalucía. INE (Instituto Nacional de Estadística). Elaboración propia

Son varios los factores interrelacionados entre sí,  los  que pueden explicar la etapa de crecimiento entre 1981-2008. Por un lado la crisis de 1973-75, frena  y sella durante varias décadas el proceso migratorio masivo del medio rural hacia los centros productivos nacionales y centroeuropeos. La crisis energética de 1973-75 afecto de forma  más dura a los centros nacionales y europeos industrializados, receptores tradicionales de la mano de obra excedente del medio rural y de nuestra comarca. La emigración desaparece como alternativa a corto plazo para salir del paro y mejorar las condiciones de vida. Tras la crisis 1973-75, el proceso emigratorio no solo se detiene al estancarse el crecimiento de las zonas receptoras, sino que se  producen  a partir de mediados de  la década de los ochenta del siglo pasado , algunos casos de retorno de antiguos emigrantes al medio rural. Emigrantes que traen consigo iniciativas emprendedoras, resultado de su experiencia acumulada en las regiones industrializadas, donde han desarrollado su actividad laboral.

En 1979, se constituyen los primeros ayuntamientos democráticos, entre cuyos objetivos principales figura la lucha contra el paro, y se incorporan desde las administraciones locales políticas de desarrollo rural, algo totalmente novedoso.

Las comarcas que habían continuado con el cultivo de olivar, que coincide con comarcas con un importante peso de minifundio olivarero, demandan abundante mano de obra en la época de recolección, son comarcas que retienen población. El olivar cumple una doble función, obtención de renta con la venta del producto, a su vez le permite acceder a subvenciones relacionadas con el cultivo, por otro lado la obtención de renta de trabajo, permite  acceder a  prestaciones por desempleo. La constitución de Agrosevilla Aceituna S.C.A (1977), y de Oleoestepa ( 1986),  reorganizan el monocultivo olivarero en torno a estas dos empresas líderes y otras cooperativas que se irán afianzando en este periodo. Fue un hito importante en la comarca, pues supuso la reestructuración del sector olivarero, y la consolidación de este sector agroalimentario como principal clúster de empresas y pilar básico de la economía comarcal. Otro sector que se moderniza, incrementado su presencia en estos años  a nivel nacional es el de la tradicional fabricación de mantecados y dulces de navidad estepeños, que encuentra en las regiones receptoras de emigrantes andaluces un importante nicho de mercado.

Con la entrada de España en la Unión Europea en 1985, se inician en Andalucía y en la comarca  las políticas de desarrollo local. Su primer paso es  la puesta en marcha en 1987 de la UPE ( Unidad de Promoción de Empleo ) en Estepa y Osuna, y  la dotación de  UBIE( Unidad Básica de Información Empresarial) en distintas localidades. Se implanta también en esos años el PER ( Plan de Empleo Rural) para evitar el estallido social en el medio rural andaluz, proporcionándole  a la población que trabaja temporalmente en la agricultura otros empleos y rentas en proyectos públicos que se convocan anualmente para cada localidad.

Así pues en 1986 se implanta  en Andalucía y Extremadura, regiones con una alta tasa de desempleo agrario el PER, financiando con programa comunitarios el F.S.E.( Fondo Social Europeo). Su objetivo, como ya hemos mencionado, es  dar empleo a la población desempleada, frenando la emigración. O lo que viene a ser  lo mismo fijando la población en el territorio y mejorar las condiciones de vida  en el medio rural. Tuvo como objetivo, mediante la contratación de trabajadores eventuales agrarios, proyectos destinados a  infraestructuras y equipamientos locales. El PER tan criticado por los medios de comunicación fijó la población en el medio rural andaluz, disminuyendo los  conflictos sociales, y paró el proceso migratorio hacia los núcleos urbanos.

La entrada de España a la Unión Europea permite a la comarca acceder a distintos programa del F.S.E ( Fondo Social Europeo), y los programas Leader en 1992, entre otros. Las empresas y las entidades locales accedieron a fondos complementarios, que en un primer momento mejoraron el sistema productivo de las empresas, y permitieron incrementar rápidamente la dotación de infraestructura y equipamientos municipales, solventando buena parte de las situaciones deficitarias inexistentes en esas fechas(consultorios, bibliotecas, pabellones deportivos, polígonos industriales), generando en ambos casos empleos y rentas complementarias  desde el sector público.

Proyectos puntuales, como la Exposición Universal  del 92, y la construcción de la A-92, y posteriormente la línea AVE (Córdoba-Málaga) con la construcción de la estación Puente Genil-Herrera  generaron también un importante volumen de  empleo en la comarca. Flujo diario de trabajadores hacia Sevilla, y aparición de empresas subcontratadas en la construcción de la A-92, con el desplome posterior de muchas de estas empresas, tras la conclusión del dicho evento, y de la A-92.

Tras la crisis de 1992, el sector de la construcción se consolida a partir del 2000 al amparo del boom inmobiliario, ganando peso en el mercado laboral de la comarca, produciéndose un fenómeno de diversificación de sus áreas de negocio hacia otras obras públicas –una vez finalizada la A 92- y la actividad inmobiliaria, no sólo de la comarca sino también de ámbitos más o menos alejados como la Costa del Sol o las áreas metropolitanas de Málaga y Sevilla.

Sin embargo, en estas décadas gran parte de los nuevos yacimientos de empleo dejan de estar vinculados directamente a la agricultura. Asimismo, el sector servicios y, especialmente, el subsector vinculado a la administración pública autonómica y local genera cientos de empleos en la comarca con la entrada en funcionamiento de numerosos equipamientos (consultorios, bibliotecas, centros de servicios sociales, polideportivos, etc.)  e infraestructuras municipales (empresas de recogida y limpieza de residuos, ciclo del agua, etc.). Algunos de los jóvenes  universitarios desarrollan su actividad en la comarca en  entidades vinculadas con el desarrollo rural, a la vez que se generan nuevos empleos vinculados con los servicios de proximidad, ( Escuelas Infantiles, Hospital de Osuna, Ayuda a Domicilio, Centro de Información de la Mujer,..). A todo ello hay que añadir la aparición tímidamente del turismo urbano cultural como nuevo yacimiento de empleo, especialmente en las cabeceras comarcales de Estepa y Osuna. También se ofertan nuevos alojamientos rurales de iniciativa privada o pública, con diferente resultado, en un intento de diversificar las rentas locales.

Pero, no nos engañemos, a pesar de la tímida  recuperación demográfica que se inicia a partir de 1981 la población de 2008, solo representa el 87,1% de la población que tenía la comarca en 1950.

Hay un dato más que hay que reseñar, la pérdida de peso demográfico de la comarca, no sólo en datos absolutos como se ha indicado, sino también en datos relativos dentro del conjunto provincial,  regional y nacional.( Consultar Tabla nº1).

Tabla nº 1.Fuente: Instituto de Estadística y Cartográfica de Andalucía. Consejería de Economía, Innovación y Ciencia. Junta de Andalucía. INE (Instituto Nacional de Estadística). Elaboración propia.

Si en 1950, la población de la Comarca de Estepa- Sierra Sur, suponía el 9 % de total de la población provincial total, porcentaje muy cercano al 11 %, que representa la superficie de la comarca en relación a la superficie provincial, en 2011 la población suponía tan sólo el 4,5 % del total, muy por debajo la población que le correspondería en relación con su superficie. El peso de la comarca, no sólo ha disminuido en relación al conjunto provincial, sino también lógicamente en relación al conjunto regional y nacional, tal como se recoge la tabla correspondiente ( Tabla nº1).

Este proceso de empobrecimiento demográfico, que en este caso ha estado ligado inicialmente a la emigración como hemos apuntado, tiene enormes repercusiones cualitativas tanto las relativas al movimiento u  orden natural de la población ( envejecimiento, falta de dinamismo demográfico ), como la de orden social  ( perdida de élites, perdida de iniciativas, decadencia económica etc.).

En el caso de la Comarca Estepa-Sierra Sur, la ligera recuperación que se inicia a partir de la década de los ochenta, queda matizada por la pérdida de peso relativo en relación al conjunto provincial, regional y nacional. Lo que  no deja de ocultar el declive demográfico en que se encuentra la comarca y el medio rural del interior andaluz en relación con el conjunto regional y estatal.

A partir de  1981, los Censos de Población (INE) muestran una profundización de las desigualdades territoriales en el interior de Andalucía: se avanza en el proceso de concentraciones de la población, ya que en sólo un 17,1 % del territorio andaluz, la zona litoral y las capitales de provincia, se concentra  en 2011 el 65,1% de la población andaluza [1], mientras el interior andaluz en general y la comarca de Estepa-Osuna pierde población y peso demográfico en el conjunto regional.

Por otro lado, la leve recuperación demográfica de este periodo, que se produce a partir de 1981, y se hace efectiva en 1991, no afecta por igual a todos los municipios de la comarca. Tres municipios, que se encuentran entre los  de menor población, como son: Algámitas ( con pérdidas -7,4%), El Rubio ( con el -3,7%), y Villanueva de San Juan (con un descenso-23,6%), continúan en un proceso de evolución negativa iniciado en 1950, con  sangría población constante , y con una población inferior a la de 1981, año de partida de esta fase demográfica. Aguadulce, que sigue inicialmente la tendencia de estos tres municipios, perdiendo población a partir de 1959, pero inicia una tímida recuperación a partir de 2004. ( Consultar Tabla nº 2).

Tabla nº 2.Fuente: Instituto de Estadística y Cartográfica de Andalucía. Consejería de Economía, Innovación y Ciencia. Junta de Andalucía. INE (Instituto Nacional de Estadística). Elaboración propia.

Hay que señalar también un comportamiento de la recuperación demográfica que se inicia en 1981 muy diferenciado entre los municipios de la comarca de Estepa y Osuna.  Hay que apuntar que la fase de recuperación que se inicia en 1981 para el conjunto de las dos  comarcas, como hemos comentado en el apartado correspondiente, no tiene la misma temporalidad e intensidad para los dos ámbitos funcionales de Estepa y Osuna. La inflexión y cambio de tendencia en la comarca de Estepa se inicia en 1975, superando en 1981 la población de 1975, mientras que en el conjunto  de las dos comarcas Estepa-Osuna, y especialmente  en la comarca de Osuna el cambio de tendencia se inicia  en 1981, pero  ni en 1991 , ni incluso en fechas posteriores se alcanza la población existente en 1975. Por tanto, en la comarca de Osuna tras el cambio de tendencia de 1981, hay un estancamiento poblacional,  y de carácter plano, mientras que el crecimiento en la de comarca de Estepa desde de 1981 es constante, con un repunte posterior a partir del año 2000.

Resumiendo hay una leve recuperación de la población comarcal ( un espejismo), relacionada con el sellado de la emigración, y a una estructura demográfica que aunque muy dañada por el proceso migratorio de la fase anterior, permite con unas  tasas de natalidad en descenso pero aún elevadas en relación al conjunto nacional una leve recuperación demográfica. Por otro lado las medidas de dotación de infraestructuras, el PER, las subvención al olivar, la modesta implantación de los servicios de proximidad, …están vinculados a una etapa de aparente bonanza económica a nivel europeo, dependiendo en la mayoría de los casos de fondos europeos, cuestionados hoy.

Ramón Ortiz Benjumea

Carlos Parejo Delgado.

Notas:

[1]  Instituto de Estadística y Cartografía andaluza. Informes anuales. Informe Sur nº 3. Las economías territoriales andaluzas. Dependencia y marginación de las economías territoriales andaluzas. Pag, 4.Manuel Delgado Cabezas