Por CARLOS PAREJO DELGADO
A MODO DE PRESENTACIÓN
Este artículo de Carlos Parejo Delgado, y quizás otros próximos más, pretende divulgar el rico patrimonio medioambiental y paisajístico de las comarcas de Estepa y Osuna.
En las encuestas y entrevistas en profundidad que se llevaron a cabo para elaborar la “ Nueva Estrategia Rural Estepa-Sierra Sur” (Nera 2008), se puso en evidencia el desconocimiento de la población de la comarca de los espacios naturales existentes.Un desconocimiento que suponía un total desprecio, despreocupación y abandono de esos espacios. El territorio, la comarca no tiene espacios emblemáticos como puede ser Doñana,Cazorla, pero frente a la imagen del “mar de olivos”,nos encontramos con una serie de espacios de un alto valor ambiental, paisajístico, y sentimental que forma parte de nuestro patrimonio cultural, que debemos divulgar y proteger.
“ Las Lecturas del paisaje. Descubrir la comarca de Estepa” (J. Andalucia .Mancomunidad 2000), fue un primer intento de aproximación a nuestro rico patrimonio, 25 años después de esta publicación, nos encontramos con el mismo grado de conocimiento, y una mayor degradación de nuestros espacios y recursos naturales, algo no se está haciendo bien.
EL PAISAJE KÁRSTICO
La España caliza (o kárstica) origina un paisaje propio y singular, debido al carácter permeable de esta roca. Paisaje que se repite de una a otra comunidad autónoma.
Se caracteriza por la proliferación de formas de relieve características. Las más conocidas son los abrigos y cuevas, pero hay también micro formas de relieve (como las dolinas, lapiaces, marmitas de pastor y torcas) y una excepcional abundancia de fuentes, manantiales y nacimientos de aguas subterráneas.
Dentro de la Comunidad autónoma de Andalucía destaca el paisaje calizo de las sierras sub béticas. Se extiende (en sentido suroeste-noreste) desde el norte de la provincia de Cádiz al noreste de la provincia de Jaén (Sierras de Cazorla y Segura). En la provincia de Sevilla se corresponde con el ámbito territorial de la Sierra Sur.
La toponimia con que se conoce a las fuentes y manantiales es muy diversa. No obstante, en varios municipios sierra sureños (Casariche, Gilena y Lora de Estepa) se repite la curiosa denominación de “ojos”, con el que se alude a estas surgencias. La toponimia de las fuentes y surgencias también nos habla de la antigüedad de estos aprovechamientos del agua subterránea, por la frecuencia de palabras procedentes del árabe, como las que comienzan por el prefijo “al”.

Centrándonos en el paisaje de las fuentes, manantiales y nacimientos, hay decenas de ellas en las diferentes comarcas de las sierras sub béticas andaluzas. Y, en el caso de la Sierra Sur sevillana, sus varias decenas de fuentes, manantiales y nacimientos, se disponen en el pie de monte de sus principales alienaciones montañosas, como son las Sierras de Becerrero y de Gilena (al noreste), el peñón de Algámitas y las Sierra del Terril y del Tablón (al suroeste) y la Sierra de los Caballos (en su borde sur).

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