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EVOLUCION DE LA POBLACION COMARCAL : ETAPA REGRESIVA 1950-1981.

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Demograficamente la etapa anterior 1910-1950, se había caracterizado por un espectacular crecimiento vegetativo de la población, debido en parte a unas altas tasas de natalidad y un control de la mortalidad general, y sobre todo de la mortalidad infantil. Al doblar la mitad del siglo XX, la población española logra una importante marca sin precedentes, los nacimientos duplican a los fallecimientos. La década de los sesenta del s.XX, se caracteriza un incremento de la natalidad, conocido como el “baby boom”, nos encontramos en la etapa final de la transición demográfica. Este espectacular crecimiento vegetativo ( nacimiento-defunciones) nos haría suponer un incremento importante de la población de la comarca, y que en el periodo comprendido entre 1950-1981, esta se hubiera incrementado un 30%, recordemos que entre 1950-1981, la tasa de crecimiento vegetativo nacional siempre estuvo por encima del 10%º, alcanzando entre 1961-65 el 12,7%º, pudiendo alcanzar la comarca con este crecimiento  los 130.000 habitantes

Pero la realidad en la comarca fue bien distinta a las tendencias estadísticas, ya que a partir de 1950 se produce una rápida disminución de la población pese al incremento del crecimiento vegetativo. ¿Qué sucede? La población que trabajaba en el campo ve disminuida sus posibilidades de empleo con la progresiva mecanización de las faenas agrarias. La industrialización en el medio rural es muy incipiente. No queda otra solución que la emigración, que actúa como elemento perturbador y es la protagonista de esta etapa.

Al analizar la evolución de la población de la comarca Estepa y Osuna,  nos encontramos entre 1950-1981 con una etapa regresiva demográficamente. La comarca pierde en este periodo un 24,5% de su población, pasando de 99.218 habitantes, la cota máxima alcanzada en 1950 , a 74.927 habitantes en 1981, pérdida neta de 24.291 habitantes ( Ver gráfico nº 1).Esta brusca caída forma la imagen en el gráfico de un valle profundo al estar precedida por una etapa demográficamente progresiva (1910-1950), y por el hecho de encontrarnos a partir de 1981, con una etapa de ligera recuperación demográfica y posterior estancamiento.

La emigración afectó al total del conjunto andaluz, según las estadísticas, en 20 años, de 1955 a 1975,  cerca de un millón y medio de andaluces dejaron su tierra. Andalucía perdió aproximadamente una tercera parte de su población, una autentica sangría demográfica. Y las comarcas de Estepa y Osuna siguieron idéntica tendencia.

Gráfico nº1. Evolución de la población en la comarca 1900-2016.Fuente: Instituto de Estadística y Cartográfica de Andalucía. Consejería de Economía, Innovación y Ciencia. Junta de Andalucía. INE (Instituto Nacional de Estadística). Elaboración propia.

Y es que este proceso migratorio aunque afectó a todo el conjunto andaluz, fue más acentuado en el medio rural del interior andaluz, y en concreto en las comarcas de Estepa-Osuna tuvo un efecto negativo del cual aún no se ha recuperado

 

Tabla nº 1. Evolución de la población distintos ámbitos funcionales,  Fuente: INE.Población de hecho. Censos Oficiales1900-2011. Elaboración propia.

Si tomamos como punto de partida la población de 1950,  con valor 0%,nos encontramos que entre el periodo 1950-1981, todos los ámbitos tomados como referencia, salvo la comarca Estepa-Osuna,  tienen una evolución constante positiva. El anterior cuadro  nos reflejan los distintos comportamientos entre el medio rural, aquí representados por las comarca Estepa-Osuna y el resto de entidades tomadas como referencia. Mientras que Andalucía, entre 1950-1981, tiene siempre un saldo positivo, ha incrementado su población en un15%, la provincia de Sevilla y el conjunto nacional lo hace en un 34%. Frente a estas tendencias positivas,  la comarca de Estepa -Osuna, tiene una evolución de signo negativo constante,  ha disminuido su población en un 24,5% entre 1950-1981, una pérdida neta de 24.291 habitantes menos entre este periodo, y si hubiera tenido un crecimiento similar al conjunto andaluz un 15%, la perdida de hubiera sido de 39.000 habitantes aproximadamente, una autentica sangría demográfica. Sobre este punto y en el caso concreto de Estepa, el sociólogo e investigador David D. Gregory, comenta “en el caso concreto de Estepa, el crecimiento vegetativo entre 1900-1970 de 7.034 habitantes ( nacimientos menos defunciones) no compensa el fuerte proceso migratorio. Si todos estos habitantes hubieran permanecido en Estepa,  hubiera habido  15.626 habitantes en 1970, en vez de los 9.742”.[2].

En este `periodo 1950-81, todos los municipios de la comarca tienen saldos negativos importantes, salvo Gilena, La Lantejuela, Martin de la Jara y Pedrera, con un crecimiento del 15,7% 7,3%, 12,1% y 2,8%, respectivamente. Pedrera, es un caso excepcional que  salvando los datos de 1910, tiene un crecimiento secular ligeramente positivo, con ligero estancamiento intercensal  (este comportamiento y evolución sólo se produce en un reducido número de municipios de Andalucía, entre los que se encuentra Pedrera y Campillos).

 

Tabla nº 2; Saldo demográfico y distribución porcentual de la población comarcal por municipios. Fuente: Instituto de Estadística y Cartográfica de Andalucía. Consejería de Economía, Innovación y Ciencia. Junta de Andalucía. INE (Instituto Nacional de Estadística). Elaboración propia.

El resto de municipios tienen, en este periodo, saldo poblacional negativo. Once de ellos  superan la media comarcal, con un descenso que alcanza su cota máxima en El Saucejo, con el 48%, Aguadulce el 37,1%, Badolatosa el 39,2%, Herrera el 32,9%,e incluso Osuna con 31,3%. Solo cuatro municipios tienen un saldo vegetativo negativo por debajo de la media comarcal: Casariche con un descenso del 15%; Los Corrales con el 10,1%, Gilena con 15,7%, y Estepa con un descenso sólo del 1,3%, cuya “población se ha mantenido relativamente constante”.[3]

Foto nº 1. Fotografía de los conductores de Autocares Conrado, cedida por Juan  Torres Granado en el centro, a la izquierda Juan natural de Badolatosa  y a la derecha Francisco conductor de Puente Genil .Año 1975. Agradecimiento a Luis Miguel Garcia Haro, que ha hecho posible la localizacion de la fotografía, y a la familia de Juan Torres propietaria de la misma.

Fue tan intenso y duradero el goteo de la emigración, que todos los miércoles y durante muchos años, procedente de Badolatosa, Casariche y Estepa paraba en el Bar Narváez (Herrera), los autobuses Conrado (*), que se dirigía después a Puente Genil   para enfilar a Barcelona, principal destino de la emigración herrereña y de esta zona de la comarca. Esta línea de autobuses junto a otras existentes en toda Andalucía era conocida como la RUTA DE LA EMIGRACION.

La etapa demográfica regresiva comprendida entre 1950-81, está fuertemente vinculada al Plan de Estabilización de 1959, implantado con la llegada de  los tecnócratas, los miembros del OPUS DEI, al gobierno de la Dictadura. Aunque el Plan de Estabilización fue y sigue siendo calificado por la literatura oficial como la apertura y la modernización del régimen y del  país, las consecuencias para el medio rural , fueron y son aún nefastas.  El N.York Times, 29 de junio de 1959, definía de forma clara en qué consistía dicho Plan: “devaluación de la peseta, restricción de los créditos, disminución de los gastos públicos, y un plan de austeridad[4]. En definitiva, podemos apuntar,  se condena por decreto a lo población a la miseria y al hambre, presentándose la emigración como la única alternativa vital para sobrevivir.

El Plan de Estabilización, condeno al medio rural al envejecimiento y a la despoblación, entre 1960-1981 desaparecieron más de 3.000 núcleos rurales.[5]. El profesor Ramón Tamames Gómez ha calculado que, entre 1950-1960, más de un millón de personas se desplazaron “desde las dos Mesetas, Extremadura y Andalucía, a los suburbios de Madrid, y de las ciudades industriales del Norte y Cataluña”[6], pero posiblemente fueron muchos más. En la década siguiente la que conduce de 1961 a 1970, según Jordi Nadal, el proceso migratorio “ no ha hecho más que intensificarse. La aceleración del desarrollo económico  ha provocado la aceleración, más acusada aún, del despoblamiento rural y del trasplante a la ciudad”.[7]. Y el incremento de la brecha demográfica y social entre el medio rural del interior andaluz, y los centros hegemónicos de la península. La meseta española se convirtió en un gran desierto demográfico.

El modelo de crecimiento económico impuesto a partir del Plan de Estabilización (1959), por los gobiernos tecnócratas ha asignado a la agricultura española en general y a los núcleos rurales  andaluces  del interior en particular, un múltiple papel:

  • Financiar el desarrollo económico de las regiones centrales y hegemónicas, trasvase de fondos, en concreto de los depósitos y ahorros del medio rural a través de las cajas de ahorros, en contra de los propios estatutos fundacionales de las cajas de ahorro. El medio rural se había caracterizado por la necesidad de tener una gran capacidad de ahorro para hacer frente a los imprevistos tanto sociales como productivos. Capacidad de ahorro del medio rural frente a la baja capacidad del ahorro del medio urbano, y trasvase de ahorro del medio rural a las zonas industriales del país.
  • Suministradora de fuerza de trabajo para que los centros hegemónicos del Estado Español pudieran Proporcionar manos de obra a estos centros hegemónicos, transferencia de fuerza de trabajo, cubriendo las necesidades de mano de obra de estos centros. Sin una abundante y exceso  de mano de obra disponible y barata, el desarrollo de estos centros hubiera sido inviable en tan corto espacio de tiempo. La llegada masiva de mano de obra barata y disponible a realizar cualquier trabajo suponía un control directo de los salarios.
  • Emigración de la población joven que supuso el despoblamiento y envejecimiento del medio rural.
  • La escasez de mano de obra joven en el medio rural obliga al sector agrario, aparte de cuestionar el olivar, con el arranque masivo de olivos, la introducción de nuevos cultivos como las oleoginosas[8]. En definitiva la modernización del sector mediante la mecanización, se producen los primeros titubeos de una  gestión capitalista de la empresa agrícola,  sobre todo en las grandes explotaciones, que opta por cultivos seguros y fuertemente mecanizados ( cereales, girasol, soja).
  • La escasez de mano de obra joven en el interior andaluz, convierte al medio rural en consumidores de productos industriales (maquinaria, abonos, productos químicos,..). El medio rural se convierte en mercado de productos elaborados en los centros industriales, aumentando la dependencia tecnológica, y reforzando el trasvase desigual de renta de unas regiones a otras.
  • Esta sangría humana supuso el despoblamiento del medio rural, y en concreto de las comarcas de Estepa y Osuna, donde la población vivía siempre” al borde de la supervivencia”.
  • Por último, y no por ello menos importante, la emigración intraeuropea desempeño un papel clave en el Plan de Estabilización para el desarrollo económico, proporcionando solo en 1964 381,9 millones de dólares en divisas. Paradojicamente fue el trabajo, sus divisas, de los que se vieron obligados a salir de España, para sacudirse la miseria, los que permitieron la mejora de la calidad de vida del resto la población española.

En definitiva, como afirma Manuel Delgado Cabezas “ a partir de los años 50 del siglo pasado, Andalucía sumo a su función exportadora de productos primarios, la de suministradora de fuerza de trabajo. Exportadora de hombres y mujeres para que otras economías pudieran funcionar. Esta sangría humana despobló muchos de nuestros pueblos, porque fue sobre todo en el medio rural donde la población, siempre al borde de la supervivencia tuvo que emigrar en mayor medida”. [9]

Esta dependencia y transvase de mano de obra y capital supone una pérdida de rentabilidad de la actividad agraria al establecerse unas relaciones comerciales en situación de desigualdad. Se rompe por tanto el esquema tradicional de desarrollo económico, en el que se establecían distintas etapas o fases.

En una primera fase se produciría, según las teorías clásicas, el  desarrollo del sector agrario, posteriormente el sector industrial y en la última fase el desarrollo del sector servicios. En el modelo de desarrollo económico español, el desarrollo industrial se hace a costa del sector agrario y del medio rural, rompiendo los postulados clásicos, que conmiseraba previo al desarrollo industrial, el desarrollo de la agricultura[10].

Los efectos de la emigración sobre la población se pone de manifiesto al analizar la Pirámide de Población de 1975 de uno de los municipios más afectados por este fenómeno, como es el caso de Herrera ( Sevilla), recordemos que el proceso migratorio  tanto interior como intraeuropeo sufre un freno importante tras la crisis energética de 1973. La pirámide muestra los efectos del proceso migratorio en una pequeña localidad. La muesca existente,  la cohorte de edad entre los 25 a los 39 años, las generaciones de adultas jóvenes y la población soporte, son los grupos de edad más afectados por el fenómeno migratorio en esta localidad. Abandonaron el municipio la población más joven, las que no se conformaban con las condiciones de vida existente, y el colectivo de población adulta que habían formado recientemente una familia.

 

Pirámide de población de 1975. Herrera. Fuente Padrón de Habitantes. Elaboración propia.

Como señalaba Ramón Tamames, si la expansión demográfica crea, desde luego, una serie de problemas económicos; pero estos son  todavía más graves si la población en vez de crecer disminuye, como es el caso de la población comarcal en la etapa estudiada.

El proceso migratorio también afecto al ciclo festivo y a sus rituales en los municipios de la comarca. Las ferias estaban vinculadas a los cambios de ciclos agrícolas normalmente se celebraban en septiembre con el inicio de la vendimia, evitando también las altas temperaturas del mes de agosto. Pero los pueblos vacíos de población joven no estaban para muchas fiestas, por otro lado agosto era el mes en que los emigrantes regresaban a sus  pueblos para pasar las vacaciones en casa de sus familiares, era  conocida  como la “ las vacaciones o la feria del colchón”[11]. En los meses de  agosto los pueblos de la comarca  durante esto años se llenaban de vida era el reencuentro emotivo y familiar entre  los que volvían a pasar unos días en su pueblo y sus familiares. Paulatinamente, las corporaciones municipales de aquellos años adaptaron el calendario festivo,  en concreto pasando la celebración de la Feria al mes de agosto, en algunos municipios como en la Roda de Andalucia  se le denomino  como “la feria del emigrante”.

Ramón  Ortiz Benjumea, y Carlos Parejo Delgado. Geografos.

 

NOTAS.

[1] Vente a Alemania, Pepe es una película española dirigida por Pedro Lazaga y estrenada en 1971, cuyo protagonista principal es Alfredo Landa. Relata la emigración rural hacia el “paraíso alemán”

[2]. La Odisea Andaluza. Una emigración hacia Europa. David Dreustzer. Gregory.Editorial Tecnos. Madrid. 1978. Pag. 110-111-

[3] La Odisea Andaluza. Una emigración hacia Europa. David Dreustzer. Gregory.Editorial Tecnos. Madrid. 1978. Pag. 110-111

[4]  Cita recogida de La Odisea Andaluza. Una emigración hacia Europa. David Dreustzer. Gregory. Editorial Tecnos. Madrid. 1978. Pag. 116.

[5] Articulo de Julio Llamazares en el país.”Comalas”, donde describe que han desaparecido 3.000 pueblos desde 1960. http://politica.elpais.com/politica/2014/09/19/actualidad/1411142897_928569.html

[6] RamónTamames Gómez.Estructura económica de España Volumen I. Biblioteca Universitaria Guadiana. 1976.pp 37.

[7] J. Nadal . La Población española ( siglos XVI a XX). Seix Barral.Editorial Ariel  Barcelona1976. pp. 260.

[8] Recordar que por aquellos años la primera planta de extracción de aceite de girasol y soja que se instala en España, se ubica en Herrera (Sevilla): PROGRASA. Esta industria freno en parte la sangría migratoria de esta localidad.

[9] Informe Sur nº 3. Las economías territoriales andaluzas. Dependencia y marginación de las economías territoriales andaluzas. Pag, 3.Manuel Delgado Cabezas.

[10] 1978 – La agricultura en el desarrollo capitalista español (en colaboración con Leal, J. L., Leguina, J. y Tarrafeta, L.) Siglo XXI.

[11] “La feria del colchón, o las vacaciones del colchón”, era  popularmente denominada de esta forma, ya que los lugareños para dar cabida  y acogida en sus casas a sus hermanos , a sus hijos, nietos,..que volvían para pasar unos días en el pueblo, se hacían de acopio de colchones de goma-espuma de la marca “Leoprem”. Los jóvenes también esperábamos con impaciencia la llegada del aire fresco y modernidad , que representaban  los jóvenes del otro sexo “ los catalin@s”.

[*] Autobuses Conrado, empresario oriundo de Badolatosa, inicio su actividad en la década de los sesenta del siglo pasado, estuvo prestando el servicio discrecional a Barcelona hasta 1990. El viaje costaba en los años 70, unas 600 pesetas ( 3,60 €). El trayecto duraba unas 24 horas, pero en verano debido al tráfico existente podía llegar a las 30 horas.

[12]  Instituto de Estadística y Cartografía andaluza. Informes anuales. Informe Sur nº 3. Las economías territoriales andaluzas. Dependencia y marginación de las economías territoriales andaluzas. Pag, 4.Manuel Delgado Cabezas