LA SIERRA DE BECERERO: UNO DE LOS  ÚLTIMOS  ESPACIOS DE INTERES AMBIENTAL EN LA COMARCA.

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“Hay sociedades que quieren basar su desarrollo en la destrucción de su patrimonio cultural, incluyendo los espacios de interés ambiental. Con esta decisión están condenado a las generaciones futuras al subdesarrollo y a la desaparición como colectividad. Cuando un pueblo  toma la decisión de destruir sus señas de identidad, el paisaje heredado, romper con los vínculos sentimentales que le unen a su entorno, a la tierra,… Después  de esta decisión no queda nada, solo pobreza, miseria, emigración, y la desolación”.

SIPNOSIS.

El hecho de que las comarcas de Estepa y Osuna, y aún más en concreto la de Estepa, sean una de la zonas de Andalucía con menos espacios naturales con protección medioambiental no es casualidad, como veremos en el desarrollo de este artículo, es consecuencia las estrategias de desarrollo llevadas a cabo con raíces históricas.

Por este motivo todo atentado medioambiental tiene que ser rechazado en primer lugar por la escasez de estos espacios en el territorio, son espacios en extinción, y por el alto valor medioambiental de los mismos, como es el caso de la Sierra de Becerrero. Valor paisajístico y medioambiental no solo dentro de la comarca, sino también en el conjunto andaluz. Las causas de esta escasez de espacios protegidos son entre otras las siguientes:

La escasez de espacios naturales protegidos en la comarca es debida en parte  a la agrarizacion de la comarca, un alto porcentaje del total del territorio está dedicado a la producción agraria, lo que podemos llamar presión agrícola.

El nuevo olivar subvencionado ha ocupado espacios no considerados aptos para su cultivo, como las márgenes del Genil, las pendientes y el piedemonte de la sierra, colonizando también las herrizas, refugio de la fauna y la flora del monte bajo mediterráneo.

Otro motivo es el cambio de propiedad de las tierras comunales y de los bienes de propios de los  ayuntamientos tras la desamortización de Mendizábal y Madoz (1854-56). En este caso concreto gran parte de la Sierra de Becerrero pasan de ser tierras comunales y de propios a escriturarse como propiedad privada, con las consecuencias que esto supuso. Un cambio de propiedad que trae consigo un cambio de gestión y de uso de estos espacios serranos.

Las agresiones medioambientales son más frecuentes en territorios con escaso desarrollo económico como es el caso de nuestra comarca, nos encontramos en una de las comarcas mas marginales no solo dentro del contexto europeo, sino tambien dentro del conjunto nacional y andaluz.[1].Este alto grado de subdesarrollo es utilizado como argumento perverso para llevar a cabo estas agresiones medioambientales.

Por último el tema de patrimonio cultural, entre el cual se encuentra el medioambiente, ha sido considerado por las distintas corporaciones locales como una “delegación maría, o delegacion florero”, una delegación menor, de simple adorno . No ha existido un compromiso real con el medioambiente por parte de la comunidad y de las administraciones locales.

En varias entregas, queremos exponer porque es necesario evitar que uno de los pocos espacios de interés ambiental existentes aún en la comarca, como es Becerrero, sea asaltado por los aerogeneradores eólicos.

  1. PRESION AGRARIA Y ESPACIOS NATURALES.

Una característica de la comarca de Estepa y Osuna es el uso intensivo del territorio por la agricultura, el incremento de la S.A.U, (Superficie Agraria Útil), y la expansión del olivar que coloniza nuevos espacios antes considerados no aptos para el cultivo agrario. Esto supone que los espacios libres de la presión agrícola en la comarca sean mínimos, e insignificantes. Nos encontramos por tanto en una de las comarcas  de Andalucía con menos espacios con protección medioambiental a pesar de contar con paisajes singulares como se ha puesto de manifiesto en varios trabajos.[2]

Los datos siguientes nos confirman lo expuesto en el párrafo anterior.

La tabla anterior nos pone de manifiesto, por un lado el uso intensivo del territorio como espacio agrícola productivo. El 88% de la superficie total de la comarca tiene dedicación  agrícola, lo que se denomina S.A.U. (Superficie Agraria Útil),  cuando este porcentaje en el conjunto andaluz, solo representa el 51%., una diferencia que supera el 37% aproximadamente tomando como referencia el conjunto andaluz. No encontramos por tanto  con una comarca con escasos espacios libres de uso agrícola.

En algunos municipios la S,A.U, supera el 90% del término municipal como es el caso de Casariche, Estepa, Herrera, Lantejuela; Marinaleda, La Roda de Andalucia, y El Rubio, como se recoge en la tabla siguiente.La S.A.U. no ha dejado de crecer en las últimas décadas,  entre 1998 y 2009 se ha incrementado en un 3,7%, es decir se ha incorporado como zona agrícola unas 4.606 nuevas hectáreas

 

Por otro lado el olivar representa el 46% de la superficie , y el 53 % de la S.A.U de las comarcas de Estepa y Osuna . El incremento de la superficie cultivada del olivar en ese mismo periodo (1998-2009) ha sido mucho más intenso, se han  puesto en cultivo de olivar unas 12.783 has.

El uso del territorio como espacio agrario, en exclusiva y el monocultivo del olivar suponen que nos encontremos con escasos espacios naturales libres de la presión productivista humana. La agrarizacion del territorio, y el incremento de la superficie dedicada a la agricultura  no han supuesto que la comarca salga de la situación de marginalidad, y subdesarrollo. No pretendemos demonizar ni a la agricultura ni al olivar, las bases de la economía comarcal, pero si hemos expuesto en otros artículos de este blog los peligros de la escasa diversificación de las economías locales, con un   monoculivo olivarero, y la dependencia de la agricultura.

El incremento de la superficie cultivada del olivar en 12.783 has.(1998-2009) se ha realizado en la comarca en líneas generales a costa de los cultivos herbáceos, del incremento de la Superficie Agraria Útil, y colonizando terrenos considerados tradicionalmente por los agricultores de la comarca como “no aptos o pocos recomendables”, como  puede ser la campiña más húmeda, y las laderas de las sierras.

En concreto en la comarca de Estepa el olivar también  ha asaltado  las zonas de sierra , las laderas y el piedemonte de las sierras, zonas con  fuertes pendientes, donde el olivar era un cultivo relativamente de “carácter marginal” dentro del contexto comarcal, según los datos de 1998. Otros de los espacios que han sido colonizados por el olivar son las “herrizas”, donde el olivar ha desplazado al monte bajo mediterráneo, con un gran impacto visual, arrasando el monte bajo de herrizas significativas, como ” la herriza de Mingo”, “los balcones de Pilatos”.Agresiones a las que no ha sido ajena el mal llamado Consorico de Medio Ambiente, que no ha tenido escrupuslo de invadir caminos rurales  y eliminar las herrizas de la periferia al aumentar la superficie de la supuesta planta de tratamiento de residuos solidos urbanos. Estas nuevas zonas de  colonización del olivar , que algunos califican como  olivar  “subvencionado”, han sido consideradas tradicionalmente como no apta para este cultivo, por su baja productividad.[3].

II RAZONES HISTORICAS, CAMBIO DE PROPIEDAD Y DE USO DE LA SIERRA.

Otro aspecto que puede explicar el pasado reciente de la Sierra de Becerrero que la libro temporalmente de la presión agrarista, es  el sistema económico implantado por el Marquesado de Estepa. Estos como banqueros genoveses  hacen una apuesta por la producción agrícola y en concreto por el olivar, mucho más rentable que la explotación ganadera extensiva, ocupando esta una posición marginal en el sistema productivo. En este sistema productivo la Sierra de Becerrero era un espacio marginal libre de la explotación agraria por sus condiciones topográficas. En cambio el Ducado de Osuna apuesta  por la ganadería intensiva,lo que puede ser considerado determinate para el futuro de ambas comarcas limitrofes, tanto en las relaciones sociales como en la gestion del territorio y el sistema de propiedad. [4]

Lla Desamortización de Mendizábal y Madoz  (1854-1856) , y posteriores conflictos bélicos supuso que muchos espacios de carácter público, propiedad de los ayuntamientos como lo fuee en su dia  la Sierra de Becerrero, pasen a manos de la nobleza de segundo orden, y de la nueva burguesía local, que se convierten en nuevos grandes propietarios, no solo de las propiedades de la iglesia como” El Patronato”, “Santa Bárbara”, sino también  de las tierras comunales y de propios (ayuntamientos). Se había consolidado el poder de una nueva nobleza local que se inicia cuando los Marqueses de Estepa abandona la ciudad para asentarse en la Corte, van dejando la administración de sus tierras en segundones locales, a la vez que van perdiendo poder económico en el territorio.  Por tanto un grupo de familias vinculadas al marquesado como arrendatarios de sus fincas, administradores, etc. ,dan el salto definitivo al poder local con la Desamortización para conformar la nueva nobleza local, que controla desde entonces el poder local . Reflejo del  nuevo poder económico de esta nueva clase social es la construcción de casona-palacetes  con escudos nobiliarios a lo largo del s.XIX, preferentemente en el tramo que va desde el actual ayuntamiento prologándose en el eje de calle Mesones, siempre preferentemente con la fachada de estas casas nobles mirando a la villa vieja, a la antigua fortaleza.Estos espacios serranos  adquiridos en el proceso desamortizador pasan a ser propiedad privada, en algunos casos bordeando la legalidad, lo que supone un cambio de uso, entrando la Sierra de Becerrero en el circuito productivo[5].

Esta fragmentación de la propiedad de la Sierra de Becerrero , nombre que hacía referencia a todo el complejo serrano, supone que distintos pagos  tomen denominaciones en función de los nuevos propietarios “Sierra de Juárez”, ·Cerro Guinchón”, “Cerro de Pleites”.La nueva denominacion es una forma de reforzar la propiedad de estos terrenos, y que nadie tenga duda de quien son los nuevos dueños de estos espacios serranos. La expropiación de la Sierra de Becerrero supuso un proceso de proletarización, y un incremento de los jornaleros de sin tierra “los braceros”, que se les excluye del uso de estas tierras para la explotación comunal normalmente por sorteo entre los jornaleros sin tierra, “los desheredados”. La existencia aún de corraletas, eras, hornos de carbón, rozas  en la Sierra de Becerrero, especialmente en la parte del término municipal de Gilena atestiguan el uso comunal de Becerrero por los habitantes de los municipios colindantes.

Este proceso supuso la dualizacion de la sociedad, por un lado los braceros, los desheredados, y por otro una nueva clase social ascendente los nuevos grandes propietarios. La concentración de la propiedad en pocas manos, supuso el reforzamiento del caciquismo, monopolizando la tierra y el empleo, esto lleva a esta nueva clase social a controlar hasta ahora  el poder municipal aunque sea indirectamente, independientemente del partido político que gobierne. Los gobernates locales, incluso en la segunda resturacion borbonica en plena democracia ,son conscientes de que si quieren permanacer en el poder deben de someterse a los poderes facticos y no entrar en conflicto con ellos, aunque su progamario ideologico  presente como objetivo principal reducir la brecha social.[6]

Si recientemente fueron las explotaciones mineras, las canteras  “cicatrices profundas abiertas a carne viva, que están destruyendo de una forma acelerada y sin consideración uno de los espacios naturales y uno de los recursos económicos más importantes de la comarca ( Sierra de Becerrero)”[7]. Hoy la amenaza es la ubicación en estos parajes los molinos eólicos. Tanto en la proliferación de las canteras, como en la implantación de estos molinos, las administraciones locales en cuyos términos municipales se encuentra Becerro ( Estepa,Lora de Estepa Pedrera, Gilena) han sido sospechosamente tolerantes y cómplices de estos atentados medioambientales[8].

III.LA DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE EN LAS POLITICAS LOCALES.

Aunque el tema medioambiental se encuentra presente en todos los programas electorales, la realidad es bien distinta. El desarrollo de las medidas medioambientales es solo papel mojado.

En los territorios escasamente desarrollados como son las comarcas de Estepa y Osuna donde el paro y la precariedad  laboral es una realidad palpable, con las rentas personales brutas netas más bajas de la Unión Europea es fácil vender proyectos perversos que atentan con el medioambiental con la excusa de crear empleo, empleo que nunca llega. Las canteras, las granjas intensivas, y otras actividades altamente contaminantes encuentran el apoyo y complicidad de la administración local, cuando son actividades que en otras regiones encuentran mucho reparo al aplicarse con rigor  la normativa vigente.

En este contexto el perfil de los Delgados o Concejales de medioambiente y patrimonio  es un perfil común en todos los ayuntamientos, estas concejalias son consideradas “delegaciones maría”. Al frente de estas concejalías se encuentran personas jóvenes con formación universitaria, en paro, que buscan en la política una salida profesional. Están dispuestos a ser dóciles en unos ayuntamientos fuertemente presidencialistas a cambio de ciertas prebendas que faciliten la inserción laboral de familiares y allegados, y garantizandose su futuro por vida, cuanto mas docil, mas comodamente te admitira el sistema, permitiendote sobrevivir. En una comarca donde el mercado laboral es complicado para la poblacion con formacion, todo tiene un precio.

La escasez de espacios libres de la presión agrícola en la comarca, y el alto valor medioambiental de este espacio natural la Sierra Becerrero ha de suponer que no se permita una nueva agresión. Pero la defensa de nuestros espacios naturales, esto no es una cuestión local, debe de implicar a todos los municipios de la comarca, y a todos los defensores del medioambiente, es algo transversal.

Continuaremos.

Herrera, agosto 2019.

Ramón Ortiz Benjumea, geógrafo, master en desarrollo local y comarcano.

 

NOTAS

[1] Esta afirmación se encuentra ampliamente desarrollada en otros artículos de este portal, www.ortizbenjumea.com

[2] Consultar entre otros “Las lecturas del Paisaje. Descubrir la comarca de Estepa.2000. Varios autores.

[3]  Las herrizas, los piedemontes y las laderas de la sierra no sólo han sido colonizado por este tipo de olivar, sino también por la infraestructura agraria de balsas, casetas, torretas de telefonía, etc.

[4] Consultar las tesis doctorales publicadas de Joaquín Octavio Prieto “El marquesado de Estepa siglo XVIII “editorial Academia Española 2017; y Moisés Caballero Páez. “Historia del Olivar en la Comarca de Estepa” Consejería de Agricultura y Pesca 2004.

[5] Es curioso como comenta el investigador Antonio Martin García con el impacto económico que supuso este cambio de propiedad del suelo y de uso , no se haya realizado ninguna tesis doctoral, más cuando en algunos casos esta usurpación se hizo por la fuerza delos  hechos consumados, y bordeando la legalidad..

[6] Consultar una de la obras malditas “Caciques y ladrones” del Comandante Rafael García Casero. Publicado por Ediciones Turner Madrid 1979

[7] Las lecturas del paisaje, pag. 13.

[8] Hay una ponencia y artículo sobre las canteras en V Jornadas de Patrimonio Histórico y Cultural de la provincia de Sevilla. Casa de la Provincia.2009. Aunque el artículo aparece firmado por otra persona además del que suscribe toda la ponencia fue redactada por el que firma este artículo, son imposiciones de cierta clase de políticos.