FUNDACIÓN NUEVA CULTURA DEL AGUA
A MODO DE PRESENTACIÓN
Este documento de divulgación se estructura en tres apartados:
- Las inundaciones en la comarca, donde rastreamos las inundaciones recientes, que han sufrido los municipios de la comarca de Estepa-Osuna, las inundaciones en la comarca han sido algo frecuente históricamente, y lamentablemente con perdidas de vidas humanas.
- La entrevista a Julia Martínez Fernández, Doctora en Biología, Julia es nuestra directora técnica de la Fundación Nueva Cultura del Agua, donde coordina la actividad científico-técnica de dicha entidad. “No podemos evitar lluvias torrenciales, pero sí mitigar los daños”
- El Informe de FUNDACIÓN NUEVA CULTURA DEL AGUA.
NOTA:Recordar que las cursivas en color son enlaces a los que puedes entrar.
LAS INUNDACIONES EN LA COMARCAL.
Los efectos de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) especialmente sobre los municipios valencianos ha reabierto el debate sobre las inundaciones, y las causas que explican que estas se hayan multiplicado, perturbaciones meteorológicas con mayor la intensidad y frecuencia relacionadas todo con el CC (Cambio Climático), o lo que ya se denomina ya como Nuevo Clima.
En un informe elaborado y publicado por eldiario.es “La España inundable: más de un millón de viviendas se levantan en zonas de riesgo”, se revela que el 4,3% de las viviendas españolas, la mayoría en el Mediterráneo , están en riesgo medio de inundación fluvial, o marítima, una vulnerabilidad que puede aumentar con el cambio climático debido a una mayor frecuencia de lluvias torrenciales.
Las inundaciones en la comarca de Estepa-Osuna.
La España inundable, basada en los datos de MITECO, nos indica los municipios con viviendas inundables en la comarca de Estepa y Osuna: Badolatosa (SE) se encuentra en riesgo de inundaciones, afectando a 13 viviendas, el 0,9% del casco urbano; La Roda de Andalucía (SE) con 121 viviendas en riesgo, afectando al 6,3% del casco urbano, Algámitas(SE), con 2 viviendas, lo que representa el 0,3%.
Dicho informe se ha basado en municipios que se encuentran próximos a un gran rio, como puede ser el Guadalquivir o el Genil con una cuenca superior a los 50 Km2, no contempla otros municipios, próximos a arroyos con cauce de agua temporal, o ríos de menor caudal , que cuando se desbordan tienen un efecto desbastador sobre el casco urbano de los municipios por los cuales discurre.
La comarca ha sufrido importantes inundaciones recientes como ya hemos planteado en artículos anteriores Infraestructura viaria y desarrollo. ¿ Carreteras cortadas,por la gota fría, o por décadas de abandono?. En esta articulo analizamos la situación de la red secundaria de carreteras en la comarca de Estepa y Osuna (Sevilla, Andalucía ,España), tras los efectos de las lluvias torrenciales de finales de octubre de 2018, producidas por la gota fría.
También el 11 de agosto de 2020 Diario de Sevilla nos da información de los efectos de “Una tromba de agua con granizo produce inundaciones en Estepa y Herrera”,donde en Estepa el agua se llevo una vivienda. Las malas practicas en la gestión del territorio, taponando las salidas naturales del agua supone un riesgo importante para los habitantes de estos municipios, apuntemos que en algunos municipios las viviendas están ubicadas encima del cauce de un arroyo. Pero la memoria del ser humano es muy corta, y siempre olvida rapido.
La Roda de Andalucía (Se) y Casariche (Se) han tenido problemas por inundaciones al desbordarse el Yegüas; también Aguadulce (SE) se ve afectado por el rio Blanco o Gilena; Herrera ha sufrido riadas históricas al desbordarse el arroyo Pilancón ( o arroyo J(H)ondo), inundaciones en algunos casos con perdidas de vidas humanas.
La canalización en algunos municipios de dichos cauce al atravesar el casco urbano, es una solución temporal, un aliviadero que ha evitado importantes catástrofes. Pero es una actuación cuestionada cada día más por algunos científicos, ya que esta canalización ha de ir acompañada por una intervención sobre el cauce aguas arriba, evitando la alternativa de más cemento, se plantea optar por otras actuaciones menos impactantes o menos faraónicas. Pero esto es un tema complejo, existiendo criterios encontrados, un estudio sereno por parte de geólogos, geógrafos e ingenieros de la DANA de noviembre de 2024, nos ayudara a aclarar estos temas, esperemos dichos estudios.
ENTREVISTA A JULIA MARTÍNEZ FERNÁNDEZ
En el siguiente enlace os vuelvo a dejar la entrevista clara, valiente y pedagógica de la Directora Técnica de FNCA ( Fundación Nueva Cultura del Agua): ” No podemos evitar las lluvias torrenciales, pero si mitigar los daños”
EL INFORME DE LA FUNDACIÓN NUEVA CULTURA DEL AGUA
La Fundación Nueva Cultura del Agua apuesta por una política eficaz de adaptación al cambio climático, o al nuevo clima para evitar nuevas tragedias. Los miembros de FNCA explican las ocho causas por las cuales se están multiplicado las inundaciones , ocho propuestas para reducir el impacto y los daños.
Las catastróficas inundaciones de finales de octubre de 2024, que han afectado a muchas poblaciones, particularmente de la Comunidad Valenciana y que han sido especialmente virulentas en las comarcas de la Plana de Utiel-Requena y l’Horta Sud y comarcas limítrofes (La Hoya de Buñol, La Ribera), así como en algunas poblaciones de Albacete (Letur), nos han sobrecogido por el sufrimiento de los afectados, el elevado número de pérdidas de vidas humanas y las secuelas a las que se enfrentan quienes, habiendo sobrevivido, han perdido bienes o incluso su fuente básica de ingresos. Antes de compartir nuestras reflexiones sobre algunos aspectos relacionados con la gestión del riesgo de inundación queremos manifestar nuestra empatía y solidaridad con toda la población damnificada.
Antes incluso de que las aguas vuelvan a su cauce y se retiren el fango y los escombros de las calles surge el debate acerca de las causas de la avenida y la duda acerca de hasta qué punto algunos de sus efectos eran evitables. Algunas voces apuntan a la falta de “limpieza” de los ríos o a la eliminación de azudes como causa del desastre, mientras se confía en infraestructuras hidráulicas de contención de los caudales. Sin embargo, el problema no es que los ríos estén “sucios” ni que falten embalses o diques más altos. El clima mediterráneo presenta desde siempre sequías recurrentes y lluvias torrenciales, pero en las últimas décadas los daños por inundaciones se están disparando.
¿Por qué ocurre esto? Señalamos ocho causas o factores principales
- El cambio climático provocado por el incremento de la concentración atmosférica de gases de efecto invernadero, como consecuencia principalmente del uso masivo de combustibles fósiles que acompaña a la industrialización, implica una subida de las temperaturas medias del aire y los mares y conlleva una mayor frecuencia e intensidad de fenómenos extremos como las sequías y las lluvias torrenciales. La cuenca del Mediterráneo es especialmente sensible a estos cambios. La evacuación de los caudales generados por las precipitaciones intensas se ve dificultada por los siguientes factores:
- La ocupación de zonas inundables (llanuras de inundación fluvial, humedales…) por viviendas e infraestructuras incrementa la exposición al riesgo de la población y los bienes allí asentados, al tiempo que reduce el espacio por el que de forma natural habría de circular el agua. A pesar de zonas e incluso se sigue construyendo en ellas.
- Espacios agrarios cada vez más intensivos y sin prácticas de conservación. La agricultura industrial y la expansión de regadíos intensivos están incrementando la escorrentía y el arrastre de sedimentos, por la práctica general de mantener los suelos desnudos, sin la protección de la cubierta vegetal, y en ausencia de prácticas de conservación. Se incrementan los daños aguas abajo porque el agua llega en menos tiempo, en mayor cantidad y cargada con más sedimentos.
- La hasta ahora imparable impermeabilización del suelo, por expansión urbanística y proliferación de infraestructuras, reduce la infiltración e incrementa drásticamente el volumen y la velocidad de circulación superficial del agua y, con ello, los daños.
- Nuevas infraestructuras de transporte que desorganizan el drenaje natural (autovías, líneas ferroviarias, rotondas…), creando barreras que alteran la red de drenaje y desvían los flujos de agua hacia zonas hasta entonces libres de inundaciones.
- Obras de defensa frente a inundaciones que agravan los daños. Dragados, motas, diques, cortes de meandros y encauzamientos crean una falsa seguridad que favorece una mayor ocupación de las zonas inundables, aumentando la exposición al riesgo. Además, estas infraestructuras aumentan la velocidad del agua y su capacidad de destrucción aguas abajo. Los encauzamientos de barrancos que permitieron la expansión urbana de los pueblos de l’Horta Sud y el posible efecto barrera del dique sur del nuevo cauce del Turia que limita el espacio de inundación natural de la rambla de Poio, son ejemplos dramáticos de este fenómeno.
- Sistemas institucionales de alerta e intervención limitados o de funcionamiento deficiente. Los recursos materiales y humanos no están, en ocasiones, a la altura de las exigencias de episodios de inundación cada vez más graves. En muchos casos no es un problema de falta de información y capacitación (hay planes de emergencia, sistemas de alerta, etc., por supuesto mejorables), sino de una cultura política que prefiere minimizar los problemas en lugar de trasladar a la población la gravedad de los mismos.
- Carencia generalizada de una cultura de gestión del riesgo: una forma de pensar que no ha interiorizado el principio de precaución para la gestión de la incertidumbre y antepone sistemáticamente el beneficio económico privado a la seguridad de la ciudadanía, retrasando la adopción de medidas. Por otro lado, en el conjunto de la sociedad se detectan carencias de formación para una evaluación adecuada de los riesgos y respuesta ante una emergencia.
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