ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES

 CONVIVENCIA ENTRE NUEVOS Y ANTIGUOS GRANDES PROPIETARIOS

Nos encontramos con una paradoja y aparente contradicción, por una parte aparece una nueva clase de propietarios agrícolas procedentes de otros sectores productivos no relacionados con la agricultura como acaparadores de los fondos FEGA, que desplazan a agricultores de abolengo.

Por otro lado, la gran propiedad de 1930 se perpetúa. Coexisten nuevos empresarios agrícolas con los grandes propietarios de antaño, cada uno con políticas y estrategias propias, pero al final convergentes, hay un camuflaje

Por otro lado, la gran propiedad de 1930 se perpetúa. Coexisten nuevos empresarios agrícolas con los grandes propietarios de antaño, cada uno con políticas y estrategias propias, pero al final convergentes, hay un camuflaje.

En los municipios con término municipal más pequeño, la presencia de esos nuevos propietarios ajenos al sector primario, pero oriundo de la comarca, es más visible. Habría que señalar la difuminación por diversos motivos de los llamados medianos y grandes propietarios de “herencia o abolengo”, aunque están aún presentes en el imaginario colectivo.

La división de las explotaciones por herencia, la desvinculación y abandono del medio rural por parte de los descendientes al acceder a profesiones liberales, médicos, funcionarios, abogados, son algunas de las razones, la actividad agraria les ha dejado de interesar. El abandono de la explotación agraria ,les lleva a buscar otras salidas: la venta, el alquiler de las tierras o,  la aparcería. Son formulas o alternativas cuando existente ese desinterés por parte de los hijos y, el propietario ha alcanzado cierta edad.

Nos encontramos en este caso con nuevos grandes receptores de fondos FEGA, que en su mayoría proceden de otras actividades no relacionadas con el sector agrícola. “La inversión en la tierra siempre ha sido segura y da prestigio social”.

Pero por otro, lado los datos nos apuntan que prevalecen y se perpetúan en los términos municipales mayores, como puede ser Osuna, el peso de la gran propiedad como acaparadores de los fondos de la PAC.

Al revisar la evolución  estructura de la propiedad en algunos municipios andaluces los datos nos  pueden apuntar que la estructura de la propiedad no ha cambiado sustancialmente desde 1930 hasta fechas recientes., aunque si posiblemente los titulares de las mismas .

La posible fragmentación por herencias se ha contrarrestado con la estrategia de una política enlaces matrimoniales  de carácter endogámico, creación de sociedades anónimas o comunidad de bienes entre propietarios con  vínculos de parentesco y , en otros casos la nueva clase ascendente procedente del sector industrial o la construcción  sin vinculación con la tierra ha adquirido lotes completos a antiguos propietarios.

LOS NUEVOS PROPIETARIOS:EMPRESAS DE SERVICIO Y FONDOS DE INVERSIÓN

Como ya hemos apuntado aparecen nuevos propietarios procedentes de sectores ajenos al sector agrario, que se camuflan y convergen con los propietarios de abolengos. Pero a su vez aparecen como nuevos acaparadores de las explotaciones medianas y grandes las empresas de servicio y los fondos de inversión.

En una economía de capitalismo liberal extractiva, las pequeñas y medianas empresas familiares quedan fueran de los circuitos de rentabilidad, la excesiva mecanización intentando reducir los costes y competir con la gran propiedad les obliga a contratar servicios externos de los cuales son cada día más dependientes, la renta de trabajo obtenida por la explotación directa desaparece. Por tanto serán las empresas de servicio la que acumularan directamente o indirectamente estas explotaciones, fenómeno que ya se dio de forma pausada hace décadas en otras regiones como Castilla-León como consecuencia de la despoblación.

Los fondos de inversisón buscan fincas buenas y grandes que superen las 200 has., con posibilidad de regadio, fundamentalmente para cultivos leñosos ( olivar, almendros, avellana, citricos, aguacate). Estos fondos compran directamente o alquilan la explotación mediante un operador o testaferro con contratos con vigencia de más de 20 años, garantizandose una rentabilidad en torno al 5% y el 6%.

SE PERPETUA LA GRAN PROPIEDAD Y LA BRECHA EXISTENTE

La desamortización de 1855, supuso el asalto a los bienes eclesiásticos y de los predios rustico por parte de una burguesía urbana, que se convirtió en gran propietaria. Actualmente, las medidas en concreto de la PAC, y el FEGA durante estos años están consolidando la antigua y  nueva clase de propietarios que convergen como acaparadores de fondos. Se  incrementa por tanto la brecha entre gran propietario, y el pequeño agricultor y la agricultura familiar, que quedan en situación marginal.

Hay que remarcar que el subdesarrollo suele ser identificado con economías donde la inversión va dirigida a la adquisición de propiedades y consumo suntuariosHay que remarcar que el subdesarrollo suele ser identificado con economías donde la inversión va dirigida a la adquisición de propiedades y consumo suntuarios.”