LA POLÉMICA ESTA SERVIDA.

Recientemente, las declaraciones efectuadas por el Ministro de Consumo Alberto Garzón al diario británico The Guardian en el mes de enero del año 2022, han creado una fuerte polémica en España

Y es que ha denunciado que la actividad de la ganadería industrial en España está teniendo un enorme impacto en la contaminación del agua y del aire: más del 80% de las emisiones de amoniaco agrícola al aire y las emisiones de nitrógeno al agua están relacionadas con el ganado. Además de contaminar las aguas subterráneas, los purines producen metano en las balsas donde se almacena, un gas con un efecto invernadero 20 veces mayor que el CO2, que perjudica la salud y acidifica los suelos, con la consecuente pérdida de fertilidad.

Además, el movimiento animalista he criticado que estas cabañas intensivas de ganado son meros productores de bienes y beneficios para la plusvalía de grandes multinacionales alimentarias. Los animales viven hacinados, cautivos y masificados en estas granjas. Jamás ven la luz solar, más que cuando salen camino del matadero.

Aunque no existe una definición técnica de qué es una macrogranja, se sobreentiende que se trata de grandes instalaciones para la cría intensiva, en plan industrial, de millares de animales, fundamentalmente aves de corral y cerdos.

La principal fuente de información sobre las macro granjas es el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes REEMFC, que cumple la normativa actual (años 2006-ss), que obliga a informar de las emisiones de metano de las granjas ganaderas al Ministerio para la Transición Ecológica.

LOS DATOS A NIVEL ESTATAL

El Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes,  que cumple la normativa actual, obliga a informar de las emisiones de metano de las granjas ganaderas al Ministerio para la Transición Ecológica.

Éste estima que en España hay 3.525 granjas de este tipo (año 2020).  Las macrogranjas ganaderas se han duplicado en España desde el año 2009, mientras han desaparecido más de 21.000 explotaciones ganaderas de pequeño tamaño (el 37  por ciento del total). Y es que el modelo de negocio también ha cambiado: los granjeros ponen sus instalaciones a disposición de grandes empresas (integradores), que son las propietarias del ganado (las aves de corral o los cerdos) y se hacen cargo de su alimentación y asistencia veterinaria.

El granjero se encarga de su cuidado y de la gestión de los purines. De este modo se ha llegado, según publica Greenpeace España, a que “las grandes explotaciones industriales concentren el 93,7% de la producción de carne de cerdo, el 94,2% de la carne de aves y el 80,6% de la leche de vacuno”.

EL IMPACTO AMBIENTAL.

Tal como revela el informe de Amigos de la Tierra y Food & Water Action Europe, en 2019 “la industria española sacrificó casi 53 millones de cerdos y produjo 4,6 millones de toneladas de carne. La cifra de cerdos que se crían en el país supera los 30 millones, la más alta de la Europa comunitaria, por lo que se llama coloquialmente a nuestro país, la “granja” de Europa”.

Fuente: Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contamnantes.REEMFC

LA GANADERÍA INSDUSTRIAL EN ANDALUCÍA Y EN LA PROVINCIA DE SEVILLA.

El citado Registro REEMFC estima que en España hay entre tres mil quinientas y cuatro mil granjas de este tipo (año 2020), de las que tan sólo 183 se ubican en Andalucía. Son cifras muy alejadas de comunidades autónomas donde oscilan entre un millar y  medio millar, como Aragón, Castilla León, Castilla La Mancha y Cataluña.

Por poner algunos ejemplos, las macrogranjas están expandiéndose en pequeños municipios de Los Pedroches (Alcaracejos y La Granjuela), de la Vega y de la Campiña (Almodóvar del Río, Montemayor y Santaella) en la provincia cordobesa.  La provincia de Granada se caracteriza por su implantación creciente en pequeñas poblaciones del altiplano granadino, donde han entrado en funcionamiento cinco macro granjas en los últimos años que  producen entre uno y dos millones de cerdos anuales.

En la provincia de Sevilla están proliferando las macro granjas, siguiendo la misma tendencia observada en el resto de provincias andaluzas.

¿Son las macro granjas una alternativa económica en las pequeñas poblaciones de la Andalucía vaciada?

Hay que mencionar al respecto el informe de GREEN PEACE España que alerta de que “estas macro granjas son instalaciones altamente tecnificadas que generan escasos puestos de trabajo y no ofrecen alternativas económicas viables a las zonas rurales; al contrario, las consecuencias que se derivan de ellas (contaminación de las aguas, malos olores, concentración de moscas…) impiden el desarrollo de otras actividades alternativas como el turismo rural o el teletrabajo, tan necesarias en zonas rurales”. Por todo ello, ha alertado también sobre “sus impactos  negativos como el aumento de tráfico de vehículos pesados, los malos olores, la sobreexplotación de acuíferos (dada la ingente cantidad de agua necesaria para la homogeneización de purines) o la emisión de gases perniciosos para la salud”.

LAS MACROGRANJAS EN LA PROVINCIA DE SEVILLA

En la provincia de Sevilla, las principales pautas de distribución territorial de las granjas intensivas o industriales de ganado son las siguientes:

Abastecimiento al gran mercado de consumo del área metropolitana de Sevilla capital: Gran parte de ellas se ubican en los municipios del área metropolitana de Sevilla capital (Alcalá de Guadaira y Dos Hermanas).

Tradición en el sector de la ganadería intensiva: En este grupo figuran ciudades campiñesas como Écija, Marchena y Morón de la Frontera, y de Sierra Morena (Cazalla de la Sierra, La Puebla de los Infantes y El Real de la Jara).

Situación intermedia y proximidad a grandes centros productores: Son las granjas que se han ido implantando en la Sierra Sur sevillana, por su proximidad  al centro productor de la comarca malagueña Guadalteba-Campillos y su posición intermedia entre ésta y otros grandes centros productores como Marchena (complejo PROCAVI) y Sevilla capital.

Las estadísticas oficiales sobre el sector de la ganadería industrial son incompletas y fragmentarias, aunque existen estudios parciales como el del ayuntamiento de Carmona (año 2017).

En el término municipal de Carmona había 120 explotaciones y 450.00 cabezas de ganado de las 650.000 de ganado porcino de la provincia. Otro ejemplo es el municipio de Utrera, donde la empresa líder Mataderos del Sur es propietaria de una explotación con 1.500 cerdas madres que obtienen una producción anual de hasta 24.000 cerdos ibéricos de cebo. Y de otra de capa blanca, situada en El Viso del Alcor, con una producción anual de hasta 15.000 cochinos (Diario ABC, 17 de julio de 2017).

El Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes REEMFC del Ministerio de Transición Ecológica recoge todas las explotaciones ganaderas  que disponen de más de 2.000 cerdos de cebo de más de 30 kilogramos o las granjas con más de cincuenta mil aves de corral. Entre éstas aparecen gigantescas instalaciones avícolas muy próximas a Sevilla capital como la Granja Itálica (municipio de Santiponce) y la granja El Paraiso (municipio de Carmona) ambas con más de cinco millones de aves de corral- y las granjas La Soleá y Los Álamos en Marchena.

Otras explotaciones avícolas incluidas en el REEMF son las granjas avícolas Casilla Zabala, El Garrotal, Gastaembalse, Padre Granado y Villegas en el ya citado municipio de Carmona; las granja avícolas Alcaraván y El Cañón entre Mairena y  El Viso del Alcor; la granja Nuestra Señora del Carmen en el municipio de Dos Hermanas y las granjas de Los Pinos y San Rafael en el municipio de Marchena y la de La Capellanía en el municipio de Écija.

Por su parte, las granjas porcinas más importantes  son las de Vista Hermosa (más de 45.000 cabezas de ganado), El Romeral (más de 15.000), Torre Parda (más de 13.000), Huerta Grande (más de 10.000), Santaella (más de 8.000) y La Lunada (más de 2.000), todas ellas en el municipio de Carmona.

Como focos secundarios de la actividad porcina intensiva se encuentran el municipio metropolitano de Alcalá de Guadaira (con granjas como la de Las Beatas-más de 14.000 cabezas de ganado porcino- y Golontrino (más de 8.000), el municipio de Utrera (con la granja Paulín de San Antón, con más de 23.000 cabezas) y Alcalá de Guadaira La Rinconada-Finca Almonazar  con más de 2.000